viernes, 20 de julio de 2012

Todo esta en el todo



Esa era la calle... Doblé la esquina cuando reconocí la pared manchada de mugre sobre el zaguán. No lo dudé.. Entré...

Patié la puerta con tal fuerza que sonó hasta el fondo del pasillo... "¿por quién me iban a tomar todos esos? Ahora les voy a mostrar de lo que soy capaz" -me dije con confianza, como aquel que sabe que puede- Caminé arrastrando un poco los pies y mirando al frente, dispuesto a realizar mi experiencia y a arriezgar el todo por el todo...

Revolví el cuarto por algo más de 10 minutos, saqué lo que pude en tan corto tiempo: cajones, estantes, colchones, recuerdos, todo... Nada, nada, ya no había nada y me desesperé. "Me engañaron, no era nada" -susurré, ya sin fe- "De la nada no puede predicarse nada... Ahora, ni la muerte me va a dar lo que tanto he buscado"

Luego me alcanzaron. La voz de mando hablo de nuevo y con un tono pesado dijo: "Te lo hemos dicho, y no escuchaste... señales, señales y señales en el camino, tanto trabajo y... ¿hasta esta situación nos has hecho de llegar...?? ¿tan experimentado te crees para seguir en tu obstinación?? ¿¿¿es que no te das cuenta???... Ahora ya no hay remedio, debemos hacerlo, entiendas lo del todo ese que tanto buscado o no"... Cerro la puerta y se fue.

La noche se había converitdo en día cuando la lluvia comenzo a golpear contra la ventana abierta. Hice el ultimo esfuerzo para intentar entenderlo... "Esta pared no esta tan mal, ni el cuarto tan desordenado, ni el piso tan sucio, la fealdad esta en mi mente pues sucede que la belleza del todo es tan inconmensurable que las palabras son superfluas para expresarla..." Fue inutil, estaba en pánico, temblaba...

Con la espalda contra la pared me senté poco a poco, con la mirada fija hacia la nada, en la que yo ya era un pedazo de nada... "Para que seguir..." -me dije, inmovil- "no hay más que hacer, todo se esfumó..." Solo era cuestión de esperar... ¿Reivindicación, sufrimiento, redención, alegría? Que más, todo iba a acabar pronto, el todo ya iba a liberarse de mí...

En ese momento fue que me sucedió aquello... El sinsentido tomaba color para emblanquecer en una luz insoportable, cuando al mirar atrás comprendí... En todo estabas vos, el todo eras vos... en todo te busqué y en todo creí encontrarte... y recordando aquella vez cuando bajaba mis manos por tus hombros fue que ahora comprendí que el todo no eras vos sino nuevamente yo, jugando a que realmente exisitías, mirando al viejo mundo que inventé para los dos.


elultimodecimal-de pí