lunes, 24 de agosto de 2009

Una cuestión politca

Holanda!!!! Como les va mis queridos bloggeros;
Pese a aque no podemos subir (momentaneamente) fotos, me pareció copado subir una nota de una sociologa con respecto a la pobreza en argentina. Es una mirada que puede, o no, dar otro panorama o mejor dicho atar cabos sueltos.

Bueno, ya sin más les pido que dejen su opinión, ya que realmente nos interesa y a la vez construye un FEEDBACK (Palabra de corporación, si las hay) entre nosotros.

PD: El titulo del blog es el título de la nota.



Días pasados un informe televisivo acerca de la pobreza me condujo hacia discusiones que, creía, habían quedado en el pasado. El informe versaba sobre “las políticas sociales” actuales enfocadas hacia la población pobre que no tiene cubiertas todas sus necesidades. Se pasaba revista a algunos de los programas más resonantes de los últimos años implementados por las autoridades gubernamentales y se enfocaba especialmente en el Plan Jefes y Jefas de Hogar (PJJH), señalando los crecientes problemas de clientelismo que éste generó y cómo su implementación afectó negativamente “la cultura del trabajo” de la población bajo programa. Asimismo, se revisaban las acciones que tanto el Gobierno actual como la “sociedad civil” llevan adelante para cubrir las falencias alimentarias del sector pobre de la población.

Respecto del PJJH, la información brindada era ciertamente escasa y giraba en torno de sus aspectos negativos, lo que obliga a plantear algunas aclaraciones. Este plan se implementó en el momento de mayor crisis económico-social y político-cultural que se recuerde en Argentina, en el cual casi la mitad de la población había caído en la pobreza y la mitad de ese segmento en la indigencia. La caída en la pobreza, devenía de la falta de trabajo y de la carencia de ingresos. Ese diagnóstico fue ampliamente consensuado por las numerosas organizaciones (sociales, políticas, religiosas) que conformaron el Diálogo Argentino y dio sustento conceptual al diseño del PJJH. De ahí que su nominación y presentación como “Derecho Familiar de Inclusión Social”, venía a representar un cambio en el discurso político. Después de mucho tiempo reaparecía en el lenguaje oficial la noción de “derecho”, un concepto abandonado en los años del neoliberalismo. La apelación a sujetos de derecho, implicaba que la sociedad reconocía que quienes necesitaban del auxilio estatal no habían elegido esa situación de vulnerabilidad por vagancia o desgano, sino que la misma era el resultado lógico de un programa económico, político y social que nos condujo al colapso.

Cuando se realizan entrevistas a perceptores del PJJH como parte de tareas de investigación, suele hallarse que su llegada a las distintas familias constituyó “una tabla de salvación”, transformándose para algunas de ellas en el único ingreso monetario que recibirían por un largo tiempo. Una salvación, aun a pesar del monto exiguo que se pagó y se sigue pagando actualmente. Y esto no es poco si se comprende qué situación extrema se está atendiendo.

En general, la gente que sigue recibiendo este plan (menos de seiscientas mil personas) si no ha logrado insertarse en el mercado de trabajo, es porque no puede, no porque no quiere. Están lejos de reunir las credenciales que requiere el mercado de trabajo actual.
Ahora vayamos a lo que el informe no decía. En la segunda parte del informe se oponía las acciones “bien intencionadas, bien organizadas y efectivas” de la sociedad civil, a las acciones descoordinadas, escasas, y no siempre bien intencionadas del Estado. La conclusión que podía inferirse era que la sociedad civil lo hace mejor que el Estado, llega a quien tiene que llegar y con un mejor aprovechamiento de los recursos. Ergo, dejemos las políticas sociales en sus manos. Un mensaje que no parece aislado ni inocente, si lo ponemos en el contexto de las cuestiones políticas que se están discutiendo en estos momentos en nuestro país.

La situación de pobreza, si preocupa, remite a discutir qué tipo de sociedad queremos construir, con qué tipo de Estado, con qué clase de ciudadanos. Tres cuestiones no excluyentes entre sí.

Si se pretende atacar la pobreza en serio, no alcanza con implementar acciones “benéficas” que cubran la necesidad de un día y de un pequeño sector de población. Aunque ello sea necesario en el “mientras tanto”, se requiere atender de raíz las cuestiones estructurales que provocan dicha situación. Y esa tarea sólo puede llevarla a cabo el Estado. Si en la sociedad argentina hay sectores que han sido alcanzados por la pobreza es porque hay sectores que han sido alcanzados por la riqueza, por lo tanto, atender la primera, implica afectar la segunda para reducir la brecha de desigualdad. Discutir la desigualdad lleva a discutir qué y cómo se redistribuye la riqueza, hacia dónde se orienta el gasto y la inversión pública. Esta observación que puede sonar trillada, no es una discusión saldada en absoluto, mucho menos cuando algunos sectores sociales en nombre de la Patria, definen al Estado como un “predador insaciable” y dicen tener la receta para terminar con la pobreza. La cuestión de la pobreza no es un problema de implementaciones técnicas deficientes o de mejor aprovechamiento del gasto. Es ante todo una cuestión política.

Por Sandra Giménez: Socióloga y Magíster en Políticas Sociales –Investigadora del Instituto Gino Germani-UBA.

By Rodrigo Cabrera - Miembro activo de la Junta Permanente - Gordi´s Palace - Buenos Aires

6 comentarios:

  1. Rescato el concepto que hay pobres porque hay ricos y lo amalgamo con la frase del comandante; "el capitalismo es el economicida más respetado del mundo" y dicho esto, no hay mucho mas para agregar.

    Saludos a Todos

    Vale Campolongo

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  2. muy buena nota gordi, creo que del informe que habla la Sra Licenciada es uno que salio en Telenoche sobre la situacion de la pobreza en la argentina luego del 2001 y a raiz de que la iglecia descubrio que hay pobres y pecadores (que no aportan el diesmo).

    Pd. Yo lei en Barcelona una nota a Benedicto XXVI que explicaba como habia eliminado la pobreza del Baticano, y hoy son UN PAIS SERIO!.

    Muchas gracias.

    Matias Zeolla
    Asmblea Ordinaria del Gord´s Place
    Junta Permanente

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  3. fede, argentino, soldado del pinguino25 de agosto de 2009, 3:34 p. m.

    yo creo que si la mitad de los argentinos que trabajamos, que producimos, nos ponemos de acuerdo con DIALOGO, con CONSENSO, para descuartizar a la otra mitad que trabaja y tenemos que mantener, vamos a ser un pais serio. MUERTE es el nombre de la solucion...

    gracias amigos, por pensar 100% diferente a los oyentes de Arnaldo Perez Manija.

    SE VA A ACABAR, SE VA A MORIR, EL MONOPOLIO DE CLARIN!!!

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  4. Si no querés decir feedback podés decir "retroalimentación"...
    Estoy en deacuerdo en un aspecto con el artículo.. El año pasado elegí como optativa la materia "Responsabilidad social corporativa" que aunque suene difícil de creer es una actividad de las Relaciones Públicas (Para que vean que no somos tan turros como creen) así que tengo un apoyo no sólo teórico sino práctico que justifica mi opinión. Acá empieza la lección: Las empresas son las mayores generadoras de riqueza de una sociedad, el estado por si sólo no genera riqueza, la administra (hay corporaciones con ingresos más altos que el PBI de muchos países). Es por eso que constantemente se busca la inversión de capital por parte del sector empresarial. Para desarrollar un plan efectivo de responsabilidad social se requiere del trabajo en conjunto de tres actores: el estado, la empresa y la comunidad u ONGs. El estado da la habilitación legal para que se desarrolle el proyecto, la comunidad es quien plantea el tema a solucionar (en argentina los asuntos mas urgentes son el hambre y la educación), y la empresa aporta el cash y el conocimiento.
    La premisa en responsabilidad social es que "No hay empresa exitosa en una sociedad fracasada" es decir, una organización se alimenta de recursos humanos que deben estar capacitados para desempeñar ciertas actividades y debe tener poder de compra: trabajadores y consumidores.
    Por lo cual, la empresa busca la mejora social porque se traduce en mejoras en la rentabilidad.
    Otra cosa que quiero resaltar, es que cada vez más se busca llevar a cabo proyectos a largo plazo y no simples donaciones de materiales o dinero que solucionan los problemas de hoy pero no los de mañana. La idea es enseñarle a las comunidades carenciadas a administrar sus recursos, que aprendan a promocionarse para recaudar fondos, o transmitirles distintos tipo de conocimiento para que puedan desempeñarse en una actividad laboral.
    Hay muchos proyectos en marcha encabezados por empresas muy lucrativas que quieren devolverle algo a la sociedad. y si no me creen busquen en google...
    Decir que el papel de las empresas no es importante en la mejora de la sociedad en un mundo neoliberal donde el estado se lava las manos, es decir boludeces.
    En lo que si concuerdo es que es necesaria una repartición de la riqueza, hay muy pocos con mucho y muchos sin nada...
    Pero antes de empezar a regalar plata a lo loco, mejor invertimos en la base: educación, salud, puestos de trabajo, nutrición, etc.
    PD: repetí 500 veces las mismas palabras.. joder...

    - Maricelle -

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  5. Bien!!!! que lindo que se puede poner esto:

    Es importante que tengamos una visión empresarial, pero cabe recordar que la funcion del estado no es observar. El estado puede y DEBE valorar los recursos naturales e invertir en la produccion de materias primas para darle un valor agregado y así que salgan al mercado interno (Para el consumo de la población) y al externo para recaudar divisas).
    Las empresas no aportan su conocimiento, si no, que los estados capacitan a la gente (Mal o Bien) para luego salir al mercado laboral, ya sea un comercio, una pyme o una multinacional.
    Indefectiblemente se debe apostar a la industria, solventándola por medio de las rentas extraordinarias que generan (en el caso de Argentina) el sector agrario.

    Hay que recordar, pese a la mala gestion del gobierno (en ambas situaciones), que tanto con la ley 125 de retenciones mobiles, como con la ley que acaba de vetar el gobierno, dicho sector agrario llevó su grito hasta el cielo.

    Es hora de repreguntarse que es lo que se quiere, para ver de que lado de la brecha se encuentra cada uno.


    PD: Tanto hablar de Honduras, creo oportuno dejar el link para que vean de que se habla cuando se habla del PACTO DE SAN JOSE DE COSTA RICA.

    Link: http://www.varelaenred.com.ar/pacto.htm


    Rodrigo Cabrera - Junta Permanente

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  6. A mi me enseñaron en la facultad que se puede refutar alguna teoría con un contra ejemplo.
    Ese pensamiento de que es estado debe reducirse al mínimo y su única función en la sociedad es mediar entre las empresas y intervenir poco en el mercado es política económica NEOLIBERAL, que el estado por si solo no puede producir riqueza, que el estado no sabe administrar, que es deficitario, etc.
    Que las empresas hacen mega-inversiones porque buscar mega-ganancias y cada ves tener mas consumidores y así aumentar y aumentar el capital y que todos vamos a ser mega-felices si las empresas son enormes es mentira. Fracasó, en argentina primero, y en el mundo después.
    Y ahora el ejemplo puntual y claro para refutar la teoría, argentina en los 90 privatizó todas sus empresas de servicio entre ellas "Gas del Estado", en todos los años que fue administrada por el estado se invirtió dinero y se busco ampliar la red para beneficiar a la mayor cantidad de personas con este servicio.
    Cuando paso a ser privada fue otro el concepto no se quería beneficiar personas dando un servicio sino que se buscaba mediante este la rentabilidad, y el pensamiento era cuanta mayor gente use lo que yo vengo mas plata gano, perfecto; entonces invertiré dinero para ampliar la red de servicios y así llegar a mayor cantidad de gente.
    ESto no paso la empresa privatizadora no invirtio un solo dolar-peso sino que giraron las ganancias al exterior con la excusa de que eran comisiones por gestión realizada manteniendo una tarifa rentable y recibiendo subsidios por parte del estado.
    Es decir, el modelo fracazó, no beneficia al conjunto de la sociedad solo al dueño de esa empresa.

    Matias F. Zeolla

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