Tras 18 días de protestas la presión popular en Egipto logró la renuncia del presidente Hosni Mubarak que llevaba 30 años en el poder.
Los mandatarios que no representan a su pueblo, tarde o temprano terminan dando un paso al costado, con mayor o menor dignidad en el acto, porque la voluntad popular es indeclinable.
En el sistema democrático las masas expresan la elección de sus representantes a través del voto. Cuando éste mecanismo deja de ser representativo de las mayorías y se encuentra viciado por los artilugios legales y políticos, el pueblo se moviliza y esa fuerza es incontrolable.
Hoy observo con alegría el logro de los egipcios, en este espacio va un pequeño y humilde homenaje desde el otro lado del mundo para un pueblo que supo decir basta al autoritarismo de un gobernante que se perpetuo en el poder sin representar a las mayorías.
Valeria Campolongo
Convergencia
nacional y popular
AMEN!
ResponderBorrarRodrigo Cabrera
Hasta las ultimas consecuencias, como tiene que ser una "revolución" sino es una simple "reforma" de algunos aspectos en la que se ven beneficiados algunos sectores -los mas pujantes- y el resto sigue igual. Buen Post. Esta bueno mantenerse informado sobre estas cosas. Parece que el mundo cambia. Hay un librito de Frantz Fanon, "Los condenados de la Tierra", es viejo, de los '60 si no me equivoco, pero vale la pena, te vuela la peluca y se consigue facil. Lo quería compartir con ustedes.
ResponderBorrarSaludos.
Facu Anseloni
Muy bien analisis Vale. Simple, directo y con una fuerte carga ideologica.
ResponderBorrarNada puede detener la voluntad de los pueblos, solo se puede retrasarla.
Matias