jueves, 4 de marzo de 2010

LA REVOLUCIÓN MEXICANA





La Revolución mexicana fue la segunda revolución social y política del siglo XX, que inició en 1910 y terminó oficialmente en 1917 con la promulgación de la Constitución de 1917, si bien hubo conflictos internos y rebeliones armadas hasta la década de los treinta. El movimiento armado inició como una rebelión en contra de la dictadura de Porfirio Díaz, quien se mantuvo en el poder por 33 años.



El dictador Porfirio Díaz y el candidato Madero (1910):
Porfirio Díaz tomo el poder en 1876 con el apoyo de los militares. En su dictadura, campesinos e indios fueron despojados de sus propiedades, sumergidos en la más ardiente pobreza. Su dictadura de más de 30 años se caracterizo por la represión y el recorte de las libertades. Llegadas las elecciones del 27 de junio, Díaz se presenta y resulta elegido tras un claro fraude electoral. El dictador se había presentado al ver el fuerte tirón popular del antirreelecionista Madero, apóstol de la democracia que pese a pertenecer a un de las diez familias más ricas ha recorrido el país divulgando el evangelio del sufragio efectivo. Representante de los liberales moderados. Había anunciado el Plan de San Luis Potosí, programa de acción política y social que propone instaurar los derechos democráticos, terminar con la explotación de indios, campesinos y trabajadores. Madero es encarcelado como medida preventiva el 6 de junio. El movimiento burgués-liberal recibe el apoyo de Villa y Zapata. La intensificación de la guerra civil fuerza a Díaz a retirarse el 25 de mayo de 1911. Las luchas continúan después del triunfo de la revolución. El país se sumerge en el caos y extensas zonas son controladas por diferentes bandas.

    

Tierra y Libertad (1911):
Una de las principales formulaciones de la ideología resumida en Tierra y Libertad fue el Plan de Ayala, redactado por Zapata y el profesor Otilio E. Montaño, firmado por todos los oficiales zapatistas y proclamado públicamanete el 28 de noviembre. Reclamaba la inmediata restitución de los ejidos a los indígenas, la confiscación de la tierra a los enemigos de la revolución y la entrega de tierra a quienes no la posean, tanto si son campesinos como peones; estipula también la expropiación, previa indemnización, de la tercera parte de las tierras de los grandes latifundistas. Los autores del plan consideran que Madero, pese a haber restablecido la democracia y la Constitución de 1857, ha traicionado los principios de la revolución al no cumplir sus promesas agraristas de devolver la tierra a sus antiguos y legítimos propietarios, pues en el estado de Morelos, centro del zapatismo, las comunidades indígenas habían sido efectivamente despojadas de sus tierras por las autoridades y los hacendados. Si bien Madero llego con amplia victoria, fue acusado de pactar con los caciques, ha iniciado una aproximación a la alta jerarquía eclesiástica y a los terratenientes, haciendo pública su decisión de defender la propiedad privada frente a los campesinos que toman sus tierras, y ordenado el desarme y desorganización del campesinado, al que sólo promete una parte de las tierras de los grandes propietarios. Además de perder el apoyo de las fuerzas populares, la pasividad general y la indecisión del régimen disgustará a la reacción, que exige poner fin al movimiento campesino. El Plan de Ayala desconoce a Madero como jefe de la revolución en 1911, y propone para el cargo presidencial al maderista Pascual Orozco, en aquel momento prestigioso general. Al grito de ¡Tierra y libertad! los zapatistas, núcleo del movimiento agrarista, pelearán sin tregua por el logro de sus aspiraciones, y serán el foco revolucionario más romántico, así como más difícil de extinguir.

Madero y Huerta (1913):
Madero queda solo ante el frente reaccionario. Es golpeado en 1913 por Huerta, general del antiguo ejército, de acuerdo con el general Félix Díaz. Huerta detiene tras el cuartelazo de la ciudadela al presidente y su gobierno, contando con el apoyo de EE.UU, que se opone a la política agresiva contra los intereses del imperialismo yanqui. En el Pacto de la embajada de EE.UU. Díaz y Huerta afirman desconocer al poder ejecutivo y nombran a Huertas presidente. El nuevo gobierno hará posible el restablecimiento de los terratenientes y contará con el apoyo de los banqueros, grandes industriales, el alto clero y el ejército federal. Madero, sin el apoyo del pueblo, será asesinado por la reacción. El 26 de marzo Carranza, gobernador del estado de Coahuila durante el gobierno de Madero, proclama el Plan de Guadalupe, que supone una llamada a las armas para derrocar la dictadura de Huerta y restablecer el orden constitucional. El movimiento revolucionario adopta el lema Constitución y Reforma, reivindicación a la que se adhieren todas las fuerzas populares: los campesinos revolucionarios del sur, reunidos en torno a Zapata, las temidas fuerzas del norte, acaudilladas por Pancho Villa, y el incipiente movimiento obrero así como un grupo de intelectuales. Por ello la guerra constitucionalista toma el carácter de una lucha de clases. Al mes de la renuncia de Huerta, las tropas constitucionalistas al mando de Obregón, que respalda a Carranza, ganan Ciudad de México para la revolución mexicana.

Desacuerdo en Aguascalientes (1914):
Las fuerzas revolucionarias se reúnen para poner las bases de un proyecto de nación de todos los que han luchado. 170 caudillos villistas, carrancista y zapatistas intentan lograr la concordia nombrando un presidente y acordando la formación de un programa de gobierno para la nueva nación. Pero el fraccionamiento y expropiación de los latifundios defendido por el villismo y el zapatismo no es aceptable para Carranza, que se distancia de las reformas agrarias pactadas en el Plan de Ayala (1911). A iniciativa de Villa y con el apoyo de Zapata, la Convención designa como presidente a Eulalio Gutiérrez. Los constitucionalistas se retiran y Carranza, junto con Obregón, marcha a Veracruz, donde establece su gobierno con la ayuda de la burguesía. Las fuerzas constitucionalistas ocupan la periferia, con el dominio de los puertos, en tanto que villistas y zapatistas se sitúan en el centro del país y ocupan la capital.

Constitución de 1917:
Derrotados el villismo y el zapatismo, Carranza convoca un congreso a fines de 1916 para adaptar la constitución de 1857 a la situación surgida tras la guerra. La Constitución revolucionaria de 1917, pactada en Querétaro, afianza la hegemonía de la corriente progresista. Aunque está lejos de incluir a todas las tendencias, consagra el sentido agrarista, socialista y anticlerical de la revolución, y pone las bases de un estado democrático. Dos fracciones se reconocen en constitucionalismo: los jacobinos, liderados por Álvaro Obregón y los moderados, seguidores de Carranza, muchos de ellos diputados de la época maderista. Destacan cuatro artículos que se harán célebres: el 123, relativo a la inclusión de los derechos de los trabajadores (seguro social, jornada de ocho horas, restricción del trabajo de las mujeres y prohibición del de los niños, juntas de conciliación de los conflictos entre obreros y patronal y derecho de huelga); el 27, que trata del problema de la posesión de la tierra y de la soberanía nacional; y los artículos 3 y 130, que dejan constancia legal de la supremacía estatal sobre cualquier otra corporación y del carácter no religioso de la enseñanza. En cuanto al poder ejecutivo, se aumentan sus facultades hasta dotar al presidente de unas atribuciones cercanas a las de un dictador de derecho.

Desaparición de los padres de la Revolución (1919-1923):
Carranza había llevado a cabo reformas económicas y sociales, como la nacionalización del carbón y del petróleo y las leyes agrarias pero las suspicacias mostradas ante las peticiones obreras y la muerte de Emiliano Zapata le restaron popularidad. El héroe revolucionario que había dirigido a los campesinos del sur desde su estado de Morelos se mantenía inflexible en sus reivindicaciones. Fue asesinado (1919) por las tropas gubernamentales en una traidora celada. En 1929 la causa al general Obregón, sublevo a la legislatura de Sonora contra Carranza. Detenidos por los insurgentes fue asesinado en Tlaxcalantongo. Villa, , a medio camino entre el bandolerismo y la justicia popular depone las armas y se retira. A los tres años, el 20 de julio de 1923. El jefe de los incondicionales dorados, llamados así por los botones de su uniforme, es acribillado por casi cien balas cuando salía del Parral en Chihuahua. Catorce años después del Plan de San Luís, es asesinado Francisco Madero (1913), éste sí por fuerzas de la reacción. La Revolución había devorado a sus padres. Siguió una etapa en la que los políticos fueron sustituyendo a los actores de la Revolución, hasta la definitiva institucionalización de ésta con la fundación del PRI. Sigueron Obregón, Calles y Cárdenas.

Les pido disculpas por lo extenso del post, pero es muy complicado describir para mi, y entender para ustedes, si lo acoto más...


Mas info en:  http://es.wikipedia.org/wiki/Revoluci%C3%B3n_mexicana


Rodrigo Cabrera - Junta Permanente

3 comentarios:

  1. grandes mentiras, recuerden que madero iba en la formula con porfirio diaz como vicepresidente, y al sacrlo de la formula, madero inicia como candidato aparte para presidente.

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  2. alguien me podria decir que tipo de juguetes habia en el tiempo de la revolucion? se los voy a agradecer

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  3. Alguien puede decirme que juguetes se usaban en ese tiempo tan importante para los niños de México me urge saber plis.

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